
Indemnización por Mala Praxis
El servicio de salud del principado de Asturias deberá pagar 700.649€ en concepto de indemnización por mala praxis a la familia del paciente que...
Trabajar como médico sin un seguro de responsabilidad civil sanitaria supone poner en peligro no solo tu carrera profesional, sino también tu patrimonio y tu estabilidad personal. En un entorno cada vez más exigente desde el punto de vista legal y social, disponer de esta cobertura es algo más que una medida prudente: es, en muchos casos, una obligación legal.
En este artículo te explicamos por qué este seguro es imprescindible, qué riesgos asumes si ejerces sin estar asegurado y qué consecuencias puedes enfrentar a nivel legal y económico.
En el ámbito sanitario, contar con un seguro de responsabilidad civil es, en la práctica, un requisito indispensable. De hecho, existe base legal clara en España para su exigencia:
En el caso de sociedades unipersonales, consultas privadas y clínicas, la exigencia de contar con un seguro de responsabilidad civil es aún más clara: cualquier persona jurídica dedicada a la prestación de servicios sanitarios debe disponer de una póliza que cubra su responsabilidad directa como empresa o establecimiento.
Por tanto, tanto si ejerces como profesional individual como si prestas servicios bajo una sociedad o clínica propia, debes contar con una cobertura adecuada.
Esta póliza protege al médico o al centro sanitario ante reclamaciones de terceros derivadas de:
El seguro cubre:
Las pólizas más completas incluyen además cobertura por inhabilitación profesional temporal y cobertura retroactiva.
Si ejerces sin póliza, responderás personalmente con tu patrimonio frente a cualquier condena, independientemente de tu situación laboral (autónomo, asalariado, sociedad). Debes afrontar de tu bolsillo:
Las reclamaciones sanitarias requieren defensa especializada, informes médicos y procedimientos largos. Aunque finalmente seas absuelto, los costes pueden superar los 20.000 € solo en gastos de defensa.
Ejercer sin seguro puede vulnerar la normativa sectorial, lo que puede derivar en sanciones por parte del colegio profesional o la administración competente. En casos graves, podría acarrear inhabilitación temporal para el ejercicio profesional.
Sin cobertura aseguradora, todo esto deberá salir directamente de tu bolsillo, con posibilidad de embargo de cuentas, vivienda y otros bienes.
Si prestas servicios a través de una clínica, consulta privada o sociedad unipersonal, la situación no es distinta: la persona jurídica responde solidariamente de los daños derivados de su actividad sanitaria. Por ello:
Ambas coberturas son complementarias y necesarias.
En el sector salud, cualquier error, complicación o malentendido puede derivar en una reclamación. Incluso actuando correctamente, puedes ser demandado y verte obligado a demostrar tu buena praxis.
El sector médico es uno de los que más reclamaciones acumula, y la presión social multiplica el riesgo reputacional. Por eso, ninguna especialidad está realmente exenta de este riesgo.
Ejercer sin seguro de responsabilidad civil equivale a poner en juego tu carrera y tu patrimonio personal. Tanto si eres profesional individual como si gestionas una sociedad médica, la cobertura es imprescindible desde el punto de vista:
En nuestra correduría, somos especialistas en seguros para médicos y clínicas. Te ayudamos a cumplir la normativa y proteger tu actividad profesional con la cobertura adecuada a tu especialidad y forma de trabajar.
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