Condenados un médico y un hospital por la muerte de una paciente
La información sobre los riesgos y el control postoperatorio fueron “insuficientes”
La justicia ha condenado a un médico y a la clínica donde trabaja a pagar casi 225.000 euros por la muerte de una joven tras ser operada de obesidad mórbida. La Audiencia de Madrid considera que la información que el doctor Fernando L. dio a Fuencisla Romero sobre los riesgos de la intervención fue “insuficiente”. Y añade que, tras la operación, no adoptó los cuidados necesarios para evitar las complicaciones que sufrió y que acabaron desembocando en su muerte, a los 26 años.
La tragedia de Fuencisla comenzó en marzo de 2007, cuando los médicos del Hospital Universitario Madrid Montepríncipe —que también ha sido condenado a pagar, de forma solidaria con el doctor, la indemnización— le recomendaron un bypass gástrico para solucionar su problema. “Mi hija quería algo para siempre. Tenía complejo porque estaba gruesa y el hombre nos dijo que era una cosa que no tenía el más mínimo riesgo”, explica la madre, Ana María Escolar, que ha batallado desde entonces junto a un despacho de Barcelona exigiendo justicia para su hija.
La sentencia subraya que el consentimiento que dieron ambas a la operación “carecía de la necesaria información”. Fernando L. le dijo que la intervención no tenía mayor riesgo y que apenas permanecería ingresada tres días. También subraya que los doctores deberían haberles informado de alternativas; por ejemplo, de la posibilidad de seguir una dieta con suplementos vitamínicos.
La joven fue operada por laparoscopia “sin ningún incidente”. Pero en las horas y días siguientes, empeoró: sufrió una peritonitis que obligó a volver a intervenirla. La madre subraya que la atención en la clínica fue pésima: “Me quejaba de que la niña no estaba bien, y decían que era normal. El médico metía un poco la nariz en la herida y decía que estaba muy bien, cuando la verdad es que teníamos que dejar la puerta abierta porque si no nos mareábamos del mal olor”, explica.
Fuencisla ingresó en la UCI y siguió en mal estado, con fiebres y otros dolores. Hasta que sufrió una parada cardiorrespiratoria. Fue ingresada de nuevo y no le dieron el alta hasta octubre de 2007. Apenas un mes después, sin embargo, tuvo que ser ingresada de nuevo y acabó muriendo. La sentencia considera acreditado que hay un “nexo causal” y coincide con la demanda, elaborada por el abogado Rafael Núñez, en que no se adoptaron los cuidados exigibles. Entre otras cosas, los médicos no controlaron los drenajes, un elemento clave en este tipo de operaciones