Asegurar tu actividad profesional como médico es una obligación legal y, al mismo tiempo, una herramienta esencial para proteger tu carrera y tu patrimonio. Pero ¿es suficiente con la cobertura colectiva del hospital o clínica donde trabajas? ¿O deberías contratar una póliza individual?
En este artículo analizamos las diferencias entre la protección colectiva e individual, y qué opción, o combinación, es más adecuada según tu situación profesional.
¿Qué es una póliza colectiva?
Las pólizas colectivas son seguros contratados por instituciones sanitarias, como hospitales públicos, clínicas privadas o sociedades profesionales, que protegen de forma general la actividad de los médicos vinculados a esa entidad.
Cubre:
- Reclamaciones derivadas de actos médicos realizados dentro del ámbito del centro.
- Defensa legal y pago de indemnizaciones dentro de los límites establecidos en la póliza.
En muchos casos, los médicos asalariados o colaboradores de una clínica están cubiertos automáticamente bajo esta póliza, sin coste directo para ellos.
¿Qué es una póliza individual?
Una póliza individual es un seguro contratado directamente por el propio profesional sanitario, que protege su actividad personal, con independencia del centro en el que trabaje.
Proporciona:
- Cobertura personalizada según la especialidad y tipo de actividad.
- Protección ante reclamaciones derivadas de cualquier acto profesional, incluso fuera del centro habitual (consultas privadas, colaboraciones puntuales, etc.).
- Mayor flexibilidad en la elección de capital asegurado y coberturas adicionales.
Diferencias clave entre pólizas colectivas e individuales
- Titular del seguro:
- Póliza colectiva: hospital, clínica o sociedad.
- Póliza individual: médico a título personal.
- Ámbito de cobertura:
- Póliza colectiva: solo actividad realizada en ese centro.
- Póliza individual: actividad global del profesional, en cualquier lugar.
- Control del capital asegurado:
- Póliza colectiva: no, lo fija el centro.
- Póliza individual: sí, el médico elige el capital según sus necesidades.
- Cobertura fuera del centro:
- Póliza colectiva: no habitual.
- Póliza individual: sí, incluso en consultas externas o privadas.
- Elección de aseguradora:
- Póliza colectiva: no.
- Póliza individual: sí, el médico elige la compañía.
- Adaptación a la especialidad:
- Póliza colectiva: cobertura estándar, poco adaptada.
- Póliza individual: cobertura personalizada según especialidad y actividad.
- Defensa jurídica personalizada:
- Póliza colectiva: limitada; puede priorizarse el interés del centro.
- Póliza individual: defensa enfocada en proteger al médico asegurado.
¿Es suficiente la cobertura colectiva?
Depender solo de una póliza colectiva puede suponer importantes limitaciones:
- Solo cubre la actividad realizada dentro del centro.
- El capital asegurado suele ser estándar, sin adaptarse a especialidades de alto riesgo.
- Ante una reclamación, la defensa prioriza los intereses del hospital o clínica, no necesariamente los del profesional.
- No cubre actividades fuera del ámbito del centro (consultas privadas, segundas opiniones, colaboraciones...).
Por ello, incluso trabajando en un hospital con cobertura colectiva, es recomendable contar con un seguro individual que respalde directamente tu actividad profesional.
¿Qué médicos necesitan especialmente una póliza individual?
- Médicos con actividad privada, aunque sea parcial.
- Especialistas en áreas con mayor exposición a reclamaciones: cirugía, obstetricia, anestesia, medicina estética....
- Profesionales que trabajan en varios centros o que colaboran en consultas ajenas.
- Médicos que desean mayor seguridad jurídica y control sobre su protección.
Ventajas clave de contratar tu propia póliza
- Control total sobre el capital asegurado.
- Protección frente a reclamaciones en cualquier acto profesional.
- Defensa jurídica personalizada.
- Coberturas adicionales (inhabilitación profesional, retroactividad, asesoría especializada).
- Mayor seguridad y tranquilidad, independientemente del centro donde ejerzas.
¿Se pueden combinar ambas coberturas?
Sí. De hecho, en muchos casos lo ideal es:
- Mantener la póliza colectiva como protección básica.
- Complementarla con una póliza individual que cubra tu actividad personal, privada o complementaria.
Esta combinación asegura que estés protegido dentro y fuera del centro, y que tus intereses personales estén siempre defendidos en caso de conflicto.
Conclusión: protege tu práctica profesional de forma completa
Depender únicamente de una póliza colectiva puede dejarte expuesto a riesgos importantes. Contratar una póliza individual te permite ejercer con seguridad y controlar tu propia protección profesional.
En Barón RC Sanitaria, como correduría especializada en médicos, analizamos tu caso y te ayudamos a contratar el seguro que mejor se adapte a tu actividad, ya sea como protección principal o como complemento a tu póliza colectiva.
Contacta con nosotros y recibe asesoramiento experto para proteger tu práctica médica de forma integral.