
Casi dos millones de niños en España están sin pediatra de Atención Primaria
Más de 1,9 millones de menores no tienen pediatra asignado en su centro de salud. Conoce por qué ocurre y qué riesgos supone para la atención infantil.
Cada vez más médicos incorporan la atención a distancia a su práctica diaria. La telemedicina permite ofrecer consultas por videollamada, asesoramiento online o seguimiento remoto de pacientes de forma cómoda y eficiente. Pero aunque las tecnologías sean nuevas, las responsabilidades profesionales son las mismas.
En esta guía práctica te explicamos qué necesitas para ofrecer telemedicina de forma segura, qué dice la normativa actual y cómo proteger tu ejercicio profesional frente a posibles reclamaciones.
La telemedicina no se limita a consultas puntuales por teléfono. En sentido estricto, supone realizar actos médicos a distancia mediante herramientas digitales, incluyendo:
Desde el punto de vista legal y deontológico, una consulta virtual es equivalente a una consulta presencial. Por tanto, el profesional asume la misma responsabilidad y debe cumplir las mismas obligaciones legales.
En España no existe, a día de hoy, una ley específica que regule la telemedicina como modalidad asistencial. La actividad se enmarca dentro del ejercicio habitual de la medicina y se rige por:
El vacío legal específico no significa ausencia de obligaciones. Al contrario: cualquier acto médico realizado online puede generar responsabilidad profesional si se incumplen estos principios básicos.
Muchos médicos se inician en la atención online sin una estructura adecuada, incurriendo en prácticas de riesgo:
Estas situaciones son habituales y peligrosas: ante una reclamación, el profesional tendría pocas posibilidades de defensa.
No todas las aplicaciones sirven. Necesitas:
Algunas soluciones recomendadas son plataformas integradas en softwares de gestión clínica o proveedores especializados en salud digital.
Antes de realizar una consulta online:
Debes registrar:
Sin registro, no hay defensa.
Estás obligado a derivar a consulta presencial si el cuadro clínico lo requiere. Forzar una valoración a distancia puede considerarse imprudencia profesional.
Aunque no se trate de una intervención quirúrgica, la atención a distancia implica responsabilidad médica plena. Un error de valoración, una falta de información o un fallo en la gestión del consentimiento pueden derivar en una reclamación.
Por ello, es fundamental contar con un seguro de responsabilidad civil médica que cubra expresamente:
Si tu póliza es antigua o estándar, verifica con tu correduría que incluye la cobertura de asistencia médica no presencial. En RC Sanitaria trabajamos con pólizas que contemplan esta actividad como parte integral del ejercicio médico.
Si alguna respuesta es “no” o “no lo sabemos”, necesitas revisar tus coberturas.
Atender pacientes online es una herramienta útil y cada vez más habitual. Pero como cualquier modalidad asistencial, requiere:
En RC Sanitaria, podemos ayudarte a revisar y adaptar tu póliza para garantizar que también estás protegido en tu práctica online.
¿Te planteas ofrecer telemedicina? Consúltanos y protege tu actividad a distancia con seguridad.